Eres ético?

Eres ético?

miércoles, 21 de abril de 2010

ÉTICA MÍNIMA,SEGÚN ADELA CORTINA

Adela Cortina se inscribe dentro del procedimentalismo y la ética discursiva, presenta como marco teórico fundamentalmente a Kant, Hegel, Habermas y Apel, Sostiene (junto con Apel y Habermas) la racionalidad del ámbito práctico, el carácter necesariamente universalista de la ética, la diferenciación entre lo justo y lo bueno, la presentación de un procedimiento legitimador de las normas y la fundamentación de la universalización de las normas correctas mediante el diálogo.
Al aceptar la ética discursiva advierte el peligro que presenta ésta de disolver el fenómeno moral si no es completada con una teoría de los derechos humanos y una ética de virtudes y actitudes. Desde su punto de vista, el derecho a la igual participación no puede atribuirse sin más a la racionalidad, así, tanto en el caso de Kant como en el de la ética discursiva se descubre la conciencia moral de una época determinada, expresada ya sea en la conciencia o en el lenguaje. Esto no significa restarle validez a la propuesta discursiva, sino más bien reconocer que la razón es histórica. Se han de tener en cuenta las circunstancias históricas y culturales cuando se inicia el discurso, y no sólo las puramente racionales.
También en sus escritos encontramos una cierta crítica al puro procedimentalismo. Para ella prescindir de la bondad de la intención y desplazar el interés ético hacia lo que hace correcta una norma, sitúa a la ética y la moral en un lugar precario, el de la pura exterioridad.
Una cuestión más que preocupa a Adela Cortina es el hecho de que el principio de la ética discursiva, como legitimador de normas morales correctas, se escriba sobre la apariencia de un principio de legitimación de las decisiones políticas (en una mala interpretación). Esto puede conllevar el inconveniente de cargar a la voluntad y juicios morales con el lastre de las realizaciones pervertidas de la vida política existente. Por esto es importante remarcar el hecho de que en la voluntad moral no es tan importante guiarse por el consenso que culmina, sino por el proceder dialógico, esto es: cultivar la actitud dialógica de quien está interesado en conocer los intereses de los afectados por una norma, escuchar sus argumentos, exponer los propios y no dejarse convencer por intereses particulares, sino sólo por los generalizables.
Adela Cortina también ve el peligro de que la ética discursiva pueda caer en un idealismo, en el sentido de considerar sólo la dimensión racional del hombre y olvidar los móviles del mismo, esto es, el tipo de virtudes que predisponen a actuar de acuerdo a ellas. Desde su punto de vista sin la percepción de un valor, sin experimentar algún elemento valioso, no hay motivo por el que el individuo deba seguir un principio. Y señala que si la ética discursiva se ha ocupado de algo parecido a una virtud, ha sido la de la formación democrática de la voluntad, de la disponibilidad al diálogo, pero ésta es una virtud intelectual que no guarda relación con posibles virtudes éticas, con virtudes del carácter. Cortina considera un error el eliminar la dimensión del querer y por tanto de la virtud, por lo que es necesaria una doctrina de la virtud elaborada desde aquello que los hombres consideran como valioso.
Por lo que se refiere a la teoría de los derechos humanos propuesta por Cortina, podemos decir que ésta se encuentra fundada en la ética discursiva; considera que es necesario para la fundamentación de los derechos humanos llevar acabo la defensa de una concepción que atienda tanto al ámbito ético de estos derechos, como a su promulgación en los códigos jurídicos vigentes. Se ha de buscar una base ética procedimental, esto es, un criterio válido para promulgar estas normas, pero que sea al mismo tiempo compatible con la múltiple variedad de creencias que encontramos en las distintas culturas a las que los hombres pertenecen. Entiende por derechos humanos a aquellos que se le atribuyen a todo hombre por el hecho de serlo, y hombres son aquellos que poseen o podrían poseer competencia comunicativa, idea que tiene la ventaja de posibilitar una fundamentación normativa de los derechos humanos mediante el principio de la ética discursiva. Así los derechos humanos son un tipo de exigencias cuya satisfacción debe ser obligada legalmente y por tanto protegida por los organismos correspondientes, y el respeto por estos derechos es la condición de posibilidad para poder hablar de hombres con sentido.

3.-Bibliografía
Ética mínima: Introducción a la filosofía práctica. Madrid: Tecnos, 1986. 295 pp. ISBN 84-309-1748-9. (Prólogo de José Luis Aranguren).
Ética sin moral. Madrid: Tecnos, 1990. 318 pp.

2 comentarios:

  1. La diversidad de costumbre, religiones, estilos de vida, culturas, enfoques políticos y las diferentes maneras de ver la realidad de los distintos pueblos de la tierra no facilitan la generalización de la ética. No obstante existe la Ética Mínima que se refiere sobre la parte sustancial del vivir en comunidad, así como a las circunstancias, a las elementales exigencias que posibilitan que pueblos o culturas distintas se entiendan en lo primario, en lo básico y fundamental, aprendiendo a tolerarse y a buscar ámbitos de concordia y de armonía por encima de sus disimilitud, diferencias y discrepancias. Hans Küng en su libro Proyecto de una Ética Mundial, (6ta. Ed.-- Madrid: Trotta, 2003) explica que puede ser posible una ética mínima, pues desde una panorámica o aspecto filosófico se puede concluir y demostrar que la razón humana es una capacidad común y que hace posible, utilizando argumentos, ir más allá del punto de vista particular, lo que hace posible hablar de una humanidad compartida, es decir que entre los humanos no hay diferencias tan grandes que hagan imposible e irrealizable unas exigencias mínimas compartidas.
    La Ética Mínima es muy necesaria hoy en día cuando el mundo se hace cada vez más pequeño y donde el individuo social se hace más cercano de su vecino a través de la Internet y las nuevas tecnologías.

    ResponderEliminar
  2. Hola Beverly.
    Bueno el esfuerzo y el contenido del blog. Dentro de unos meses estará mucho más nutrido.

    Cuando salga de vacaciones del semestre en la UCV, tomaré un tiempito para corregirte el estilo y redacción.

    José Alirio Peña
    Saludos cordiales.....

    ResponderEliminar

El ejercicio docente desde la perspectiva de la ética profesional

El siguiente trabajo es un artículo de: El ejercicio docente desde la perspectiva de la ética profesional Juárez, (2009) comenta que la ética es una ciencia que ofrece una perspectiva integral de la conducta, facilitando la comprensión del ser humano sobre su propia realidad, sobre su mundo y la manera en que enfrenta y busca la felicidad. La ética es la herramienta a través de la cual se puede plantear una reflexión sobre el adecuado comportamiento de las personas, el ámbito profesional no escapa a las consideraciones de la ética porque antes de ser profesional se es persona, este trabajo intenta exponer las directrices que le son propias al ejercicio docente en el campo de la ética profesional, tomando en cuenta la realidad y trascendencia social, se realiza una síntesis histórica sobre la profesión y la vocación profesional, se trata sobre la educabilidad del ser humano, en el ejercicio de la profesión docente el papel que pasa o ocupar educador en vista de la pérdida de valores en el seno familiar y es el él que va a ser la referencia social para sustentar los valores morales. Se refiere a la crisis de valores no solo a nivel regional sino a nivel mundial , hace una analogía a un sistema empresarial, cuando habla del profesional cuya actuación está al margen de la ley o no cultiva en su organización los principios formulados por la ética, va perdiendo la credibilidad ante sus clientes, igual pasa con las instituciones educativas, el educador es modelo, ejemplo, es un factor clave en la formación y transmisión de valores, pero al igual que existen maestros que hacen de su profesión el camino a la consolidación de valores existen otros que desde su óptica distorsionada aportará pobreza en todos los niveles del aprendizaje, tanto de los valores cuanto del conocimiento. La comprensión del propio rol docente se ha visto desacreditado inclusive por los mismos docentes, por parte de las autoridades, con la masificación de la educación, marginalizando la profesionalización del docente. En porcentaje es menor los que se inscriben para estudiar educación, pero en contraposición todavía un número considerable sigue luchando por el gremio y la excelencia de su trabajo, cito a Pérez Esclarín (2002) señalando que hay que generar en los educandos el efecto Pigmalión. Si un maestro tiene una autoestima positiva, valora su trabajo y se encuentra a gusto consigo mismo, lo comunica a sus alumnos, pero lo contrario, vive amargado, sin entusiasmo, ni ilusión, cubre toda la acción educativa con un manto de desmotivación y pesimismo, frenando el aprendizaje de sus alumnos. El código de ética presentado por la Federación Nacional de Profesionales de la Docencia y el Colegio de Profesores de Venezuela ( 2004) se fundamenta en los valores de honestidad, solidaridad, justicia, responsabilidad en su quehacer profesional y ciudadano, lealtad, respeto permanente y otros comportamientos que caracterizan la condición humana, en el código se plantea que su no cumplimiento origina una sanción de tipo ético moral, lo cual genera un castigo superior que la sanción legal y que impulsa el repudio de los ciudadanos, la sociedad civil y el magisterio en general, cita al igual la Carta Magna (art. 2), el Manifiesto de los Derechos Humanos, que contienen principios sobre la actuación del educador en el modo de convivir de una nación. Existen factores que hagan difícil una ajustada actuación basada en la ética, el burocratismo, la débil o nula educación en valores, el poco incentivo económico, entre otros debilitan el ejercicio profesional docente y el elemento social que pesa un poco más debido al escaso reconocimiento social del docente sus esfuerzos quedarán ahogados en el rechazo y el desinterés lo que acarrea el poquísimo interés de los futuros educadores que cada vez menos se interesan por la carrera de la educación.
Otro punto interesante el de las políticas educativas que pasan por el tamiz de las apetencias e inclinaciones individuales de los gobiernos de turno y llegan a los centros educativos, lo cual tergiversa la esencia misma del acto educativo, para las personas con ética serán capaces de discernir y actuar de acuerdo a sus valores y principios. Para concluir comenta: “si los que se dedican a la tarea docente actúan orientados por valores reconocidos universalmente y son bien vistos por la ciudadanía porque coadyuvan en la armonía y estabilidad de los pueblos, lo más probable es que los más pequeños y débiles de la sociedad, aunque también los adultos, necesitados de una orientación más centrada en su vida, imitaran esas conductas porque querrán ser como sus maestros, y si en cada centro educativo se plantea el asunto de la ética profesional de manera responsable, dicho centro se puede transformar en un espacio de renovación y de reordenamiento social. Solo falta la disposición, el ánimo y el coraje suficiente para emprender la tarea.

Juárez, P. J. 2009 El ejercicio docente desde la perspectiva de la ética profesional. Revista UCAB. pp 91-111. Venezuela

Realmente cabe preguntarse si todo este análisis es verdadero o en algunas cosas el docente intenta tergiversar para no confrontarse con la verdadera realidad que está ahí, que por momentos se reflexiona y hasta se proponen cambios y vuelven a los viejos patrones, es difícil pensar que el docente se detiene y lleva al debate el tema de la ética, se ha llegado a pensar que la ética es un tema obvio, porque no está en la palestra pero cuando se lee el texto y dice que está desacreditado el rol por los mismos docentes, es un punto de profundo análisis, porque además cuando se habla del docente es como si fuese otra persona no el mismo docente que lo piensa, me preguntó todos los docentes se preguntarán si están trabajando con ética, me siento lo suficientemente capaz de pensar que es el “otro” el que no trabaja con ética y no yo, es otro es un espejo o el otro es al que yo veo que no trabaja con ética y no puedo decírselo por el tabú que se tiene del mismo, o para no incomodarlo, para no confrontarlo con la ética, es mas complejo de lo que se cree, es mas de un profundo estudio que se realizará para ver el alcance de la ética en el quehacer docente diario.

Escrito por Beverly Rincón