Eres ético?

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jueves, 20 de mayo de 2010

Qué dice Aristóteles?


Aristóteles plantea (Ética a Nicómaco) “que la virtud depende de nosotros al igual que el vicio”, si depende de nosotros el obrar cuando es bueno, también dependerá el no obrar cuando es malo, ahora el realizar buenas o malas acciones depende de nosotros, por tanto dependerá de nosotros ser virtuosos o viciosos, el ser virtuosos (ser prudentes), ¿qué quiere decir el obrar bien?, analizando el obrar bien depende de muchos factores, no puede olvidarse que la virtud tiene que ver con las acciones y las afecciones, es mucho más profundo entender la virtuosidad, la prudencia, no es por error o por falta de comprensión que las personas actúan en conciencia de sus actos voluntarios y no voluntarios, Aristóteles plantea dos virtudes, la intelectual y la moral, la intelectual viene de los aprendizajes pero la moral de ethos (costumbres), realmente no actuamos por naturalidad, tenemos la capacidad de recibir la virtud y de perfeccionarla, bien intenso este aprendizaje para quien se sienta un ser humano virtuoso
Escrito por Beverly Rincón
Aristóteleles. Ética a Nicómaco.2001.Madrid.Alianza Editorial

1 comentario:

  1. La virtud es el poder interior que todos tenemos y que nos permite tomar y llevar a término las decisiones correctas en las situaciones más adversas para cambiarlas a nuestro favor, el que tiene virtud es el que está en camino de ser sabio, porque sabe cómo llegar a sus metas sin pisar a los demás. La virtud consiste en saber dar con el término medio entre dos extremos, extremos que por ser tales son vicios; Aristóteles distingue entre el "término medio de la cosa" y el "término medio para nosotros"; el término medio es siempre de algo que posee magnitud, y es término medio en relación a la cosa cuando se la examina desde un punto de vista puramente matemático (así, el 6 es el término medio entre 10 y 2), dista lo mismo de cualquiera de los extremos, y es una sola e idéntica en todas las cosas; pero para establecer lo que es mucho o poco en asuntos relativos al bien de las personas es preciso atender a las circunstancias, al sujeto que realiza la acción, sus necesidades y posibilidades, y para ello introduce Aristóteles la idea del término medio respecto a nosotros: en la moralidad el término medio se predica de las pasiones, los sentimientos y las acciones pues, dice este filósofo, en el temor, el atrevimiento, la apetencia, la ira, la compasión, y en general en el placer y el dolor caben el más y el menos, y ninguno de los dos está bien. El término medio es lo que no sobra ni falta, y no es único ni igual para todos. Parece claro, por ejemplo, que respecto de ser buen estudiante lo que para unos es muchas horas de estudio para otros es poco, y establecer el tiempo adecuado depende de las circunstancias y de las personas; o que, en relación con la humildad o el descaro, no hay un término matemático que corresponda a la conducta válida en todo momento y lugar pues en unas circunstancias lo correcto será mostrarse efusivo y cordial y en otras mantener una cierta distancia y no demasiada emotividad. En resumen, y utilizando las propias palabras de Aristóteles, si se vive la pasión o el sentimiento o se realiza la acción "cuando es debido, y por aquellas cosas y respecto a aquellas personas y en vista de aquello y de la manera que se debe, entonces hay término medio y excelente, y en esto consiste la virtud".

    Sin embargo, Aristóteles también afirma que no toda acción ni toda pasión admite el término medio, pues hay cosas malas en sí mismas: pasiones malas en sí mismas son la malignidad, la desvergüenza y la envidia, y malas acciones en sí mismas el adulterio, el robo y el homicidio.

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El ejercicio docente desde la perspectiva de la ética profesional

El siguiente trabajo es un artículo de: El ejercicio docente desde la perspectiva de la ética profesional Juárez, (2009) comenta que la ética es una ciencia que ofrece una perspectiva integral de la conducta, facilitando la comprensión del ser humano sobre su propia realidad, sobre su mundo y la manera en que enfrenta y busca la felicidad. La ética es la herramienta a través de la cual se puede plantear una reflexión sobre el adecuado comportamiento de las personas, el ámbito profesional no escapa a las consideraciones de la ética porque antes de ser profesional se es persona, este trabajo intenta exponer las directrices que le son propias al ejercicio docente en el campo de la ética profesional, tomando en cuenta la realidad y trascendencia social, se realiza una síntesis histórica sobre la profesión y la vocación profesional, se trata sobre la educabilidad del ser humano, en el ejercicio de la profesión docente el papel que pasa o ocupar educador en vista de la pérdida de valores en el seno familiar y es el él que va a ser la referencia social para sustentar los valores morales. Se refiere a la crisis de valores no solo a nivel regional sino a nivel mundial , hace una analogía a un sistema empresarial, cuando habla del profesional cuya actuación está al margen de la ley o no cultiva en su organización los principios formulados por la ética, va perdiendo la credibilidad ante sus clientes, igual pasa con las instituciones educativas, el educador es modelo, ejemplo, es un factor clave en la formación y transmisión de valores, pero al igual que existen maestros que hacen de su profesión el camino a la consolidación de valores existen otros que desde su óptica distorsionada aportará pobreza en todos los niveles del aprendizaje, tanto de los valores cuanto del conocimiento. La comprensión del propio rol docente se ha visto desacreditado inclusive por los mismos docentes, por parte de las autoridades, con la masificación de la educación, marginalizando la profesionalización del docente. En porcentaje es menor los que se inscriben para estudiar educación, pero en contraposición todavía un número considerable sigue luchando por el gremio y la excelencia de su trabajo, cito a Pérez Esclarín (2002) señalando que hay que generar en los educandos el efecto Pigmalión. Si un maestro tiene una autoestima positiva, valora su trabajo y se encuentra a gusto consigo mismo, lo comunica a sus alumnos, pero lo contrario, vive amargado, sin entusiasmo, ni ilusión, cubre toda la acción educativa con un manto de desmotivación y pesimismo, frenando el aprendizaje de sus alumnos. El código de ética presentado por la Federación Nacional de Profesionales de la Docencia y el Colegio de Profesores de Venezuela ( 2004) se fundamenta en los valores de honestidad, solidaridad, justicia, responsabilidad en su quehacer profesional y ciudadano, lealtad, respeto permanente y otros comportamientos que caracterizan la condición humana, en el código se plantea que su no cumplimiento origina una sanción de tipo ético moral, lo cual genera un castigo superior que la sanción legal y que impulsa el repudio de los ciudadanos, la sociedad civil y el magisterio en general, cita al igual la Carta Magna (art. 2), el Manifiesto de los Derechos Humanos, que contienen principios sobre la actuación del educador en el modo de convivir de una nación. Existen factores que hagan difícil una ajustada actuación basada en la ética, el burocratismo, la débil o nula educación en valores, el poco incentivo económico, entre otros debilitan el ejercicio profesional docente y el elemento social que pesa un poco más debido al escaso reconocimiento social del docente sus esfuerzos quedarán ahogados en el rechazo y el desinterés lo que acarrea el poquísimo interés de los futuros educadores que cada vez menos se interesan por la carrera de la educación.
Otro punto interesante el de las políticas educativas que pasan por el tamiz de las apetencias e inclinaciones individuales de los gobiernos de turno y llegan a los centros educativos, lo cual tergiversa la esencia misma del acto educativo, para las personas con ética serán capaces de discernir y actuar de acuerdo a sus valores y principios. Para concluir comenta: “si los que se dedican a la tarea docente actúan orientados por valores reconocidos universalmente y son bien vistos por la ciudadanía porque coadyuvan en la armonía y estabilidad de los pueblos, lo más probable es que los más pequeños y débiles de la sociedad, aunque también los adultos, necesitados de una orientación más centrada en su vida, imitaran esas conductas porque querrán ser como sus maestros, y si en cada centro educativo se plantea el asunto de la ética profesional de manera responsable, dicho centro se puede transformar en un espacio de renovación y de reordenamiento social. Solo falta la disposición, el ánimo y el coraje suficiente para emprender la tarea.

Juárez, P. J. 2009 El ejercicio docente desde la perspectiva de la ética profesional. Revista UCAB. pp 91-111. Venezuela

Realmente cabe preguntarse si todo este análisis es verdadero o en algunas cosas el docente intenta tergiversar para no confrontarse con la verdadera realidad que está ahí, que por momentos se reflexiona y hasta se proponen cambios y vuelven a los viejos patrones, es difícil pensar que el docente se detiene y lleva al debate el tema de la ética, se ha llegado a pensar que la ética es un tema obvio, porque no está en la palestra pero cuando se lee el texto y dice que está desacreditado el rol por los mismos docentes, es un punto de profundo análisis, porque además cuando se habla del docente es como si fuese otra persona no el mismo docente que lo piensa, me preguntó todos los docentes se preguntarán si están trabajando con ética, me siento lo suficientemente capaz de pensar que es el “otro” el que no trabaja con ética y no yo, es otro es un espejo o el otro es al que yo veo que no trabaja con ética y no puedo decírselo por el tabú que se tiene del mismo, o para no incomodarlo, para no confrontarlo con la ética, es mas complejo de lo que se cree, es mas de un profundo estudio que se realizará para ver el alcance de la ética en el quehacer docente diario.

Escrito por Beverly Rincón